lunes, 29 de abril de 2019

Collserola, la historia del niño y el bosque


Bosc de Sant Medir,  Tibidabo



Lleva ya tres horas soñando mil y una aventuras y vagando por el bosque, lo conoce perfectamente puesto que cada miércoles después de comer los curas del internado llevan a los muchachos a pasar la tarde en el bosque, pero esta vez es diferente, es viernes, va solo y  no tendrá más de ocho o nueve años, el chaval ha decidido escaparse del internado y quiere pasar la noche en el bosque todo y que esta vez lleva una manta puesto que no es la primera  ni será la última ocasión  que se escapa, y además ya hacía dos semanas que había construido su cabaña bien oculta y cómoda entre helechos y ramas, en un rincón donde solo los pájaros conocen su existencia. Una vela y una caja de cerillas que ha cogido del cajón de don Mariano, el profesor de matemáticas que todo y ser capellán como todos los demás profesores,   no lleva sotana,  solo su alzacuellos.
Al día siguiente,  baja montaña abajo y cruza la ciudad hasta llegar a media tarde agotado y hambriento a su casa, sus padres asustados, no saben que decir, no recuerdo bien si lo riñeron, pero fue una gran aventura.
Hoy ese niño, ha regresado a su bosque, puesto que ese niño continúa habitando en mi interior, hoy he vuelto a Sant Medir. 😊



Después de varios intentos fallidos de llegar a la ermita de Sant Medir, un excursionista se ofrece a empujarme por la fuerte pendiente con gravilla que llega hasta este bonito lugar,  gracies Joan 💪❤👍




Bajo de la ermita y voy dirección a Can Puic, no sin antes parar y disfrutar del aroma del bosque y la música con que los pájaros armonizan el momento 





Ciudad  de los muchachos,  edificio principal 
del Internado en el que pasa tres años de mi vida 



A partir de aquí, el camino asfaltado pierde verticalidad, pero para llegar hasta aquí, he tenido que poner la Batec , mi valor y mi capacidad al límite, creí que no podría subir 😅😀👍

Llego hasta la carretera de La Arrabassada donde me toca ir un kilómetro por un buen arcén hasta que encuentro un carril bicicleta que ya definitivamente me lleva hasta la cima del Tibidabo, en todo esto, he fundido la batería en unos 7 kilómetros 😥






Buenas vistas de la ciudad de Barcelona pero me gusta más el bosque, así que empiezo a bajar dirección a Vista Rica, lugar donde se que sale una pista que me llevará de nuevo hasta mi punto de partida.






Camino en constante bajada donde hay que estar atento, voy en silla de ruedas y es fácil perder estabilidad, sobretodo en los giros donde la gravilla y los canales que provoca la lluvia son en algún momento complicados





Pura paz.... 


Llego a la furgoneta  contento por este nuevo recorrido y por los recuerdos y sensaciones recuperadas 😀




Hoy he probado con otra app para el crack,  Wikiloc, diferente, me gusta más que la anterior, seguimos...........




Reflexión del día.......


El coraje no es la ausencia del miedo,
Sino el triunfo sobre el.
        
                                     Nelson Mandela. 

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