De Salàs de Pallars a Pobla de Segur

Tanto prevalece la salud por sobre todos los bienes exteriores,  que probablemente un mendigo sano sea más feliz que un rey enfermo

Arthur Shopenhauer

Filosofo Alemán.

Siguiendo el consejo de Joan Camp que me recomendó hacer un itinerario que va de Salàs de Pallars a La Pobla de Segur siguiendo la orilla del pantano de Sant Antoni , a las 9,30 ya estoy en Salàs para empezar este recorrido de 9'5 km. Que yo dividiría en tres tramos.

El primero empieza con un tramo de asfalto que va del pueblo hasta los aledaños de la estación de tren, allí sale el camino que es de tierra pero perfecto para la silla de ruedas evidentemente con la tracción eléctrica. Lo encuentro bastante mojado por las lluvias de los últimos días y tengo que pasar por unos cuantos charcos y por alfombras ocres de las hojas que los árboles dejan caer en su letargo invernal,  una maravilla la gama de colores y el olor que desprende la tierra. El camino no siempre va junto al pantano pero siempre es muy agradable, lastima que la contaminación sonora de la carretera le quita autenticidad, de echo el segundo tramo va directamente pegada a la carretera por detrás de la valla metálica lo que provoca que algún tramo la canalización de aguas solicite pericia y atención con la silla.

Después de este tramo de carretera el camino vuelve a buscar la orilla del pantano y aquí empieza el tercer tramo pues una fuerte bajada mojada y con mala caída  me obliga a darme la vuelta y seguir otro kilómetro esta vez directamente por el arcén,  si vas acompañado la bajada se puede hacer pero en mi caso yendo solo no quiero tomar un riesgo tan alto. Cuando encuentro acceso para volver al camino decido ir hacia atrás para valorar el camino que hago bien hasta que de nuevo encuentro una subida imposible en solitario que no debe estar a más de 400 metros del punto que no he podido bajar pero recuerdo que si vas acompañado el camino es factible y entretenido, tomo de nuevo dirección a La Pobla donde ya llegó sin más problemas donde los miércoles hay mercado y le acaba de dar un punto agradable pues siempre me ha gustado pasear por los mercados.

El regreso lo hago íntegramente por la carretera pues no me siento demasiado bien, también añadir que el itinerario no se puede hacer con handbike clásica pues el tramo junto a la carretera y los absurdos pilones en algún tramo imposibilita que pueda pasar.

Estas líneas las escribo jueves por la noche por desgracia desde la habitación de un hospital por los problemas de infecciones que tenemos a menudo los lesionados medulares,  me parece que una semana no me la quita nadie pero esa, ya es otra historia.

Pantà de Canelles

La verdad es mucho más sencilla

que explicaciones largas y metáforas rebuscadas,

pienso en ti,

y sonrío,

así de simple....

(Desconozco el autor)

Otro dia en el próximo  oeste, no me canso nunca de este lugar, hoy mi recorrido se ha centrado más en las cercanías del pantano de Canelles situado en la Noguera Ribagorzana y que a su vez marca la frontera entre Aragón y Catalunya.

He salido de Vilamajor que curiosament és el núcleo habitado más pequeño de la zona y por pista asfaltada he llegado hasta Alberola otra pequeña aldea que no debe tener más de diez habitantes. Aquí he bajado la Batec y he puesto rumbo a la presa de Canelles  por caminos de tierra compactada y algo de piedra suelta, el echo de que el firme estuviera un poco húmedo ha ayudado a que tuviera más tracción en las subidas que me ha tocado apretar fuerte con una mano en el gas y otra en la rueda para poder salvar un par de desniveles, he podido hacer unos 5 kilómetros que me han costado lo suyo pues  me ha dejado los brazos fundidos, pero he disfrutado de lo lindo hasta una bajada muy pronunciada que luego no hubiera podido volver a subir, así que me he quedado observando a los buitres hacer su ronda pues hoy al hacer calor las térmicas estaban más activas y les permite volar mejor, también pequeñas rapaces, creo que eran Cernicalos o Gavilanes, Xoriger y Esparaver como los llamamos aquí pero no estoy del todo seguro pues me cuesta aún reconocerlos, en todo caso me han deleitado con su capacidad para quedarse quietos en el cielo esperando que su presa se ponga a tiro o sus quiebros a toda velocidad dibujando trazadas imposibles.

Luego de vuelta ha sido puro disfrute pues 5 kilómetros en bajada han dado para disfrutar tanto de la adrenalina enchufado cuesta abajo con la Batec como de momentos de pausa impregnandome del silencio del lugar, ya de regreso con la furgo he parado en la propia presa del pantano que está cerrada por obras y luego para acabar Os de Balaguer y Las Avellanes.

Después de una magnífica puesta de sol he tomado dirección a Cellers, ya en el Paĺlars donde he cenado y escribo estas líneas. Hoy dormiré aquí mismo y mañana iré hacia la Conca de Tremp pero esa, ya es otra historia

Santa Linya

Las estrellas son como los árboles en el bosque, viven, respiran y te están mirando

Haruki Nurakami

Autor de novelas y cuentos japonés

Redescubrir un lugar que ya conoces profundamente puede parecer un ambigüedad pero no imposible. He escalado,corrido, ido en bicicleta,caminado, meditado incluso he volado sobre la comarca de la Noguera pero la silla de ruedas te acaba dando otra perspectiva, busco lugares y caminos que antes no les daba importancia o simplemente pasaban desapercibidos y descubro que  hay unas constantes que se repiten siempre;El silencio, la tranquilidad, el olor a tierra mojada, el sol radiante, el azul cielo, el naranja y gris calcario de su roca y sus paredes, en definitiva, la magia que desprende esta tierra que siempre te premia con un gran día o en este caso con un gran fin de semana que alargare hasta mañana lunes pues he decidido pasar otra noche más en este paraíso cercano pues el viernes dormí en Sant Llorenç de Mongai,  ayer en Camarasa y esta noche escribo estas líneas envuelto en una manta con la puerta de la furgo abierta en las afueras de Vilanova de la Sal, disfrutando de una noche en la que se ve perfectamente la via láctea, ¡¡¡¡ Que maravilla  ¡¡¡¡

El sábado fue un gran día con los Galls (Grup Ascalalors de Lleida) amigos de tantos años escalando, pasamos una gran tarde en la ermita de Montalegre alrededor del fuego en el pequeño refugio anexo a la ermita, asando castañas, tomando unas birras y contando batallitas y paridas clásicas,  luego cenamos en el Pere en Camarasa y fins de fiesta jajajajaja.

Hoy he echo un recorrido muy chulo con la Batec por los alrededores de Santa Linya, un pueblo perdido entre colinas, visita obligada a la Cova Gran donde un buen número de escaladores se atrevían con las durísimas vias que surcan los desplomes y techos de este magnífico rincón de mundo, luego por la tarde he estado por Tartareu, otro pueblo olvidado y escondido del mundo en el que parece que el tiempo se hubiera detenido.  En total unos 25 km de silencio y tranquilidad, de encinares y paredes calcáreas y como colofón he podido disfrutar de la magia de otra puesta de sol, una más en mi vida, me regeneran por dentro y por fuera y  espero que el destino me permita vivir muchas más.