Las mejores cosas de la vida no son cosas, son momentos, emociones, recuerdos, lecciones.
Roberto Benigni
Director y actor de cine italiano.
Al noroeste de Marruecos, en las montañas del Rif y en las laderas de los montes Kelaa y Meggou se encuentra la ciudad de Chefchaouen, famosa y muy turística por su Medina donde el color azul de la mayor parte de sus edificios le da un atractivo especial, como es costumbre, es mejor pasear por las calles más discretas que por las que están abarrotadas de comercios destinados al turismo, y donde los vendedores literalmente te acosan para ofrecerte sus productos, lugar para dormir o hachís, sus fuertes pendientes son un problema para la silla incluso con la Batec pues pierde tracción en su pavimento de piedra pulido por el uso, pero no me ha echo falta pedir ayuda pues en cuanto me daba cuenta, ya había alguien empujandome para subir. Personalmente esperaba más de esta ciudad que parece "Pitufilandia" pues la Medina está totalmente orientada al turismo y fuera de ella la ciudad es horrible, así que una vez vista dirijo mis pasos a Tetuán, la ciudad que fue antiguo protectorado español en la región, y queridos amigos, esta es la ciudad más bonita que he visitado en Marruecos, ha sido una sorpresa mayúscula pues su Medina es absolutamente auténtica, paseando por el mercado abarrotado de marroquíes y muy pocos turistas, ha sido una delicia perderme por sus callejones solitarios y silenciosos, y posteriormente disfrutar de su hospitalidad, en ningún momento he sido increpado para verderme nada y la gente me ha ofrecido su ayuda en las subidas en las que la silla tenía problemas, me ha pasado la mañana sin darme cuenta, haciendo fotos y charlando con las personas que se interesaban por mi procedencia o como siempre por la Batec.
La parte antigua de la ciudad está en la ladera de una colina y la vista de los edificios blancos es muy Bonita y atractiva. En la parte más alta hay un cementerio musulmán inmenso impracticable para la silla, además los musulmanes no les gusta que entren turistas, he podido presenciar el paso de la comitiva de un féretro, llevado a hombros por varios hombres donde más de un centenar de hombres, ninguna mujer, iban cantando oraciones y todo el mundo en la calle iba mostrando su respeto, toda la ciudad tiene sabor al ,Marruecos más auténtico con el añadido que mucha gente habla castellano y la comunicación es mucho más fácil.
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