Aprendimos más de una canción de tres minutos que lo que aprendimos en la escuela.
Bruce Springsteen
💪❤️👍♿🌍🚐🏍️
Siempre que os cuento mis viajes me gusta recordaros que las fotos, videos y mis comentarios se centran solo en una parte del viaje, pero hay otra muy importante que no veis y queda en el ostracismo, esa parte es el camino en si, conducir, sentarte delante de ese gran televisor en formato parabrisas donde sucede gran parte de la historia, los prados y bosques, los pueblos y caseríos, el ganado pastando, los halcónes posados en los tendidos eléctricos, el perro que ladra a tu paso, el labrador arando el campo, los viñedos y los campos de maíz, el olor a alfalfa recién cortada, los indicadores con nombres de lugares que nunca oíste o que simplemente no te da tiempo a pronunciar, las decenas de puertos de montaña, los corderos cruzando la calzada, y mientras todo eso sucede, tu mente empieza a tejer nuevos sueños, nuevos viajes, o simplemente una iglesia o un desfiladero abre un recuerdo olvidado y descubres que ya estuviste allí, o que lo viste en un libro, o simplemente que tús sueños también sueñan y un día lo soñaste. Cada uno de esos momentos que se viven al viajar lento, mientras llegas, mientras vas, mientras te ubicas, son la pieza que da armonía al puro echo de viajar, y que en definitiva, te permite vivir a sus gentes, a sus paisajes, las experiencias y en definitiva, a vivir tus sueños.....
Ya vemos el mar, el Cantábrico nos da la bienvenida en Hondarribia, hoy dormiremos en unos prados sobre las últimas estribaciones del Pirineo que en majestuosos acantilados se sumerge bajo el mar recordandonos que cuando algo llega a su fin, le damos la oportunidad a nuestra imaginación a seguir creando.
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