Mezouga

Lo más maravilloso de aprender algo, es que nunca nadie podrá arrebatartelo.

B. B. King

Guitarrista, compositor y Blues-man y filósofo de la musica

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Estoy descubriendo que Viajar sin esperar nada a cambio es aprender a aceptar tu propia fortuna,  tu propio destino, y te sumerge en un humildad interior que te permite poner en valor todo aquello que sucede a tu alrededor, desde un pájaro que espera unas migas de pan mientras desayunas, hasta una mosca a la que le das segundo aviso si quiere continuar volando, pero sobretodo, lo que más me llena el corazón y el Alma,  es ver que la felicidad está allí, en el primer estante,  solo tienes que cogerla pero a condición de vaciar tu cesto para que ese momento pueda ser único y irrepetible porque te hace feliz, y ver que tanta gente humilde es feliz es para mi una lección de vida.

Y hoy ha vuelto a ser un día único, en lo bueno y en lo malo, empezar el día con un desayuno de dátiles, fruta,zumo de naranja de verdad, pan tostado con miel del Atlas y te con menta es insuperable,  luego conducir tranquilamente cruzando el desierto con la ventanilla bajada para notar al máximo el momento hasta llegar a Mezouga, allí he cogido un 4x4 con Youssef (otro Youssef), que me ha llevado cresteando dunas como si fuera un rally por el desierto, enseñándome esos lugares que creía que solo existían en los documentales de TV2 , hemos visto huellas de chacales que acechan al ganado de los nómadas, flipo que aún haya gente viviendo en medio del desierto, pastoreando cabras y cultivando vegetales de manera ocasional,  viviendo casi en corrales o en viejas Jaimas con un burro atado en una estaca, el color de su piel anuncia que África negra está aquí al lado pues sus rasgos ya no son de árabes o magrebíes.

Después hemos pasado por un par de pueblos abandonados donde flipo que pudiera vivir tanta gente en casas echas de barro y paja, también una vieja mina de donde se extraía un tinte negro para teñir ropa, luego ya en una zona ya cerca de carretera asfaltada  hemos llegado a Ksar Khamlia donde he pasado un rato magnífico pues nos han deleitado con su música, su té y su hospitalidad pero ya un lugar para turistas donde he conocido a Rashira y su amiga que son de Fes, y están de vacaciones por aquí, me he reído un montón con ellas, de echo son de las poquísimas mujeres que he visto sin velo o pañuelos  y vestidas digamos a la Europea.  Una vez de vuelta y ya con la furgo he visitado Rissani, Ksar Tanamouste,  y Et- Taous, donde acaba la carretera y ya solo hay pistas que llevan a Argelia.

Por la tarde el plan ha fallado pues quería ir a ver la puesta de sol y a dormir en una Jaima pero una vez en el sitio veo que salir de la Jaima va a ser complicado para mí y encima no tengo vistas al desierto pues otra jaima delante me tapa cualquier ángulo de visión y otro problema es que la promesa de un campamento en medio del desierto no era tal pues es al lado del pueblo, 500 metros arena adentro, así que me he ahorrado una pasta y un disgusto, he regresado al albergue de Youssef que nos ha deleitado con una cena absolutamente marroquí,  Harira que es una sopa y Tagine de cebolla,  tomate y carne que estava buenísima y que he compartido con Stéphanie y Christophe, una pareja de viajeros del norte de Francia con los que he hablado en Francés,  inglés y ella luego me ha pedido de hablar en Castellano pues tiene que practicar pues en Enero se van tres meses a Colombia, Bolivia y Perú,  luego se ha añadido Youssef que es un "gitano" pues sabe venderte la moto como nadie.

Que más les puedo pedir a la vida?   Mi bolsa está llena de buenos momentos y buena gente, así que soy inmensamente rico pues hoy de nuevo, he aprendido de la vida.